Se trata de abonos en los que se mezclan dos abonos simples.

El proceso de fabricación de abonos complejos consiste en hacer reaccionar químicamente las distintas materias primas que los componen y posteriormente, la papilla resultante se granula, seca, clasifica y acondiciona.

Con ello se garantiza que cada gránulo del complejo tiene exactamente el mismo contenido de N, P y K, siendo ésta la principal diferencia con los abonos simples, en los que cada gránulo contiene sólo uno, o como máximo, dos nutrientes.

Son fórmulas minerales fabricadas a base de materias primas que no presentan impurezas fitotóxicas y que se formulan en altas concentraciones.

Su composición está basada en macronutrientes y micronutrientes en cantidades proporcionadas, lo que consigue que los cultivos que se abonen satisfagan todo tipo de necesidades nutritivas, y al ser ser de ultra rápida solubilidad en agua, permiten a la planta tomar nutrientes al instante de su aplicación.

Debido a su fácil aplicación, este tipo de fertilizantes permiten al agricultor  ahorrar en mano de obra, y  evita pérdidas de fertilizante debido al sistema de riego dosificado.

Pero, se debe tener cuidado con las dosis de aplicación, pues su desperdicio es susceptible a contaminar fácilmente el agua del medio ambiente.

Microelementos: son aquellos elementos nutritivos absorbidos por la planta en cantidades menores, incluyéndose en este grupo el hierro (Fe), cobre (Cu), zinc (Zn), manganeso (Mn), molibdeno (Mo) y boro (B).